Philippe Cognée

El lugar singular que ocupa Philippe Cognée en el arte de su generación se debe a su inquebrantable compromiso no solo con la pintura figurativa, sino también con una técnica que condiciona la apariencia de las imágenes. En el protocolo que ha elegido, el artista preserva la radicalidad de un método a través del cual se desprende de la obra pictórica y se aproxima a técnicas de reproducción mecánica. El punto de partida es siempre una fotografía, luego, la imagen se transfiere al soporte y se reproduce con pintura encáustica, y finalmente, el pintor funde la cera con una plancha. Las formas se mezclan, los contornos se difuminan, creando ese efecto borroso o de fusión al que el artista aspira sistemáticamente. La imagen, mantenida a distancia y distorsionada de este modo, integra el azar en el resultado final.

Realizar una obra, señala Cognée, «supone intentar una forma de introspección en el propio material». En este sentido, coincide con uno de los aspectos fundamentales de la lenta y compleja elaboración que las «Grandes decoraciones» le exigían a Monet, ya que, a medida que este último avanzaba, revisando constantemente su composición, se preguntaba qué esperaba de ella, cuál sería el objetivo final de este proyecto sin parangón, desesperando a veces de poder llevarlo a término. Al igual que los Nenúfares, la obra de Cognée es ante todo pintura y somos nosotros quienes, mediante una operación de la mente, recomponemos el tema, la multitud o el paisaje.

El artista ha creado para el Museo de la Orangerie una serie de obras inéditas que ofrecen una mirada perspicaz y sutil de los Nenúfares. Tras pasar su infancia en Benín, África, Philippe Cognée ingresó en la Escuela de Bellas Artes de Nantes en 1975. Los cuadros que expuso a partir de principios de la década de 1980 cosecharon un éxito creciente en las décadas siguientes. La exposición organizada en 2000 en la École nationale supérieure des beaux-arts «Ce sont les pommes qui ont changé» [Son las manzanas las que han cambiado], lo consagró dentro del nuevo auge de la pintura. Su serie Carcasses [Carcasas] se expuso en el MAMCO de Ginebra en 2006, y después el Museo de Grenoble le dedicó una gran exposición en 2012. Durante los últimos diez años se han sucedido numerosas exposiciones, tanto en Europa como en Corea. El Museo Bourdelle le dedica una exposición al mismo tiempo que Contrepoint contemporain [Contrapunto Contemporáneo].