Janaina Tschäpe "Contrapunto 5"

El proyecto de Janaïna Tschäpe no es otro que el descrito por Claude Monet en 1909: "No tengo otro deseo que el de interiorizarme cada vez más con la naturaleza, y no busco otro destino que el enunciado por Goethe: haber obrado y vivido en armonía con sus leyes". Videográfica, dibujada, representada y pintada, la obra de la artista brasileña se basa en la observación de la naturaleza, en su fugacidad y sus metamorfosis.
"Para mí, pintar significa sentir algo muy íntimamente, vivir el presente físicamente, en cuerpo y alma. No podría explicar a nadie este diálogo íntimo con el lienzo. Mi pintura no deriva de imágenes. Surge de mis observaciones, que pueden ser observaciones de la naturaleza y de mi imaginación; las dos van de la mano en mi opinión".
De forma singular y onírica, propone en el video Blood, sea (el título pertenece a una obra de Italo Calvino), una inmersión en un universo orgánico y colorido, libre reivindicación de su pertenencia a la cultura brasileña.
Para el Museo de la Orangerie, Janaïna Tschäpe pinta y traza, evocando a Monet frente a su estanque en Giverny, cuando el viejo maestro reinventaba, más allá del mito de la pintura al aire libre, la felicidad de llenar cuadernos con rápidas anotaciones dibujadas. Este lenguaje no es ajeno a la artista, quien en 2018 explicaba los dibujos insertados en algunas de sus pinturas: "Se debe a mi necesidad de permanecer un tiempo más junto al lienzo, cuando la mayor parte del trabajo ha concluido. A menudo siento el deseo de seguir trabajando el lienzo un poco más, con el lápiz por ejemplo, para recorrer su piel coloreada como una caricia: no solo los grandes trazos de pincel, sino más bien los pequeños signos reflexionados, la vacilación, sentir la proximidad del lienzo con la mano e incluso con el olfato. Solo después puedo ver qué tipo de signos produce esta operación, y su resultado nunca deja de sorprenderme".